‘La trampa del teléfono’
Éste es mi contestador automático.
Para herir, simplemente marque 1.
Para contar
mentiras que me crea, marque 2.
Para las
confesiones trasnochadas, marque 3.
Para
interpretaciones literarias producto del alcohol, marque 6.
Para poemas, marque
almohadilla.
Para cortar
definitivamente la comunicación,
no marque nada,
pero tampoco cuelgue,
titubee en el
teléfono ( a ser posible durante varios meses)
hasta que note que
voy abandonando el aparato
a intervalos de
tiempo cada vez más largos
No desespere.
Aguante.
Espere a que sea yo
la que se rinda.
Le evitará
cualquier remordimiento.
Gracias
No hay comentarios:
Publicar un comentario